martes, 31 de agosto de 2010

Un trozo de mi novela, uno de mis favoritos, espero q os guste.

Al pasar la entrada de la misma, Serguei advirtió que Duane se habia quedado atrás mientras el maldecia a la mujer que encarno una de las mayores pesadillas de la maldad Hitleriana. Se giro, y tampoco pudo verlo en el pasillo que daba acceso al hall de las taquillas y consignas, volvio sobre sus pasos y lo vio de espaldas, en la entrada de la estacion, y ligeramente encorvado hacia delante. Se acerco para recordarle que quedaban pocos minutos para volver a Berlin, y fue entonces cuando vio al niño, aproximandose con mas cautela, advirtió primero la mano que agarraba la suya y luego el otro cuerpo por entero. Era una chica peliroja, dos cabezas mas baja que el ingles por lo menos, y muy, muy delgada, tanto que parecia consumida. A pesar del frio glacial que martirizaba esa nochebuena a los cuerpos exhaustos, su ropa estaba raida y descolorida, y lo que era mas importante, consistia en una camisa y una rebeca de lana en la parte superior, sin abrigo. Y en la inferior, una falda hecha girones y que dejaba entrever que como calzado llevaba unas rotas botas del ejercito rojo, con las suelas tambien rotas y su empeine abierto en una macabra carcajada en ambas, y bajo estas, unos calcetines que mas parecian mitones pues se veian todos sus dedos enrojecidos por el frio. El niño iba mas abrigado, con un pesado jersey de adulto, que doblando sus mangas hasta los hombros, aun cubrian sus manos incluso por la que le unia a su hermana. Sus pantalones eran los tipicos cortos que llevaban los niños en aquella epoca, a mediados del siglo XX, pero eran de verano, tan viejos que eran casi translucidos, y no estaban acompañados por los espesos calcetines de lana hasta la pantorilla, de hecho, solo se cubrian sus piernas hasta el tobillo, por un improvisado calzado confeccionado con retales de mantas, y sujetas a sus pies con trozos de cordon de diversos colores. El niño reparo en el, incapaz de comprender el dialogo que con los ojos habian entablado Duane y Lily, su hermana mayor. Solo unos segundos fugaces en los que se crucen dos miradas, pueden ser estos mas explicitos y reveladores para sus dueños que una larga conversación, mas sinceros e intensos que todas las palabras que escapen de sus labios, pues estos solo dejan fluir o las mentiras, o los sentimientos grabados en el alma, y esta tiene la fuente que la vivifica y empapa de luz a traves de los ojos. La magnitud de los sentimientos que embargaban a Duane eran tantos, tan contradictorios y arrolladores que dejo de intentar comprenderlos, se limito a descifrar el calvario que sufrio Lily desde los quince años, desde que empezo en el lienzo de Europa la guerra gloriosa y excelsa soñada por el pintor fracasado de Hitler. Las cartas del ejercito con el pesame por sus dos hermanos mayores sacrificados en Rusia, a mayor gloria del Reich y de sus superhombres Arios fueron solo el amargo preambulo. El siguiente acto fue despedir a su padre marchando al frente junto a otros hombres maduros, escoltados al baile de la guerra por ancianos y niños sin armas ni experiencia, a la batalla suicida de Konisberg, “no rendirse jamas”, fue la consigna de Hitler. Matanza absurda que detuvo su comandante Otto Lasch, hundido moralmente, y que victima de una depresion atroz por la responsabilidad de tantas vidas en sus manos, siendo consciente de que nada podria detener a los rusos, y a sabiendas de que asi enviaba a su propia familia al patibulo, cambio la suerte de los de su sangre por la vida de decenas de miles de inocentes. Quedo tan destrozado por esto, que casi no podia ni hablar ante los militares sovieticos a los que rindio dignamente la vieja capital de los Prusianos, estos, al ver la renuncia de Lash a los pocos suyos por tan incontables otros, decidieron que expiara su culpa siendo testigo de cómo eran respetados los que bajaron las armas, y protegidos y alimentados los demas civiles. Ese acto noble y heroico llego tarde para el padre de Lily, cayo defendiendo las murallas medievales ante los bombardeos de la artilleria sovietica, que como un mazo pulverizaron las milenarias piedras de la fortaleza que levantaron los Caballeros Teutonicos a orillas del Baltico. Fue el sendero definitivo a su descenso a los infiernos, al averno, este llego cuando el eje del carro en el que transportaban los enseres basicos de su granja, de la tierra que dio alimento y plenitud a los suyos por tres siglos de durisimo trabajo, se partio. Y todo, todo lo que contenia fue pasto para las fauces de los fantasmas del pasado, los que nunca se marchan, rondando a los humanos perdidos, avidos de mas sustancias impregnadas de las alegrias y miserias de esos mismos humanos sin rumbo, alimentandose con lo que debio ser su imperenne legado. Ahí atrás, en la carretera, quedo el carromato con esos recuerdos, recuerdos en los que se anclan firmes las raices de nuestro ser, un espejo que no refleja imágenes, si no que invoca olores, caricias, fuegos y pasiones, todo encerrado en ese cofre de añoranza que alli quedo, varado en la carretera, como una sirena que sigue a tierra a su enamorado pirata para morir naufragada esperandolo en la arena. Todo lo que fueron los Seydel quedo abandonado en una helada carretera a veinte grados bajo cero, las ropas mas solemnes para las mas majestuosas reuniones en las que celebraban su hermandad con otras familias alemanas, polacas y rusas. Las fotos, los cuadros y las cartas que transmitian la historia de trescientos años de esfuerzos y sueños, como un sello lacrado y que debieron ser inmortales, eran unas reliquias sin precio que quedaron abandonadas y marchitas, retratadas en una nivea estampa de quebranto y melancolia, bajo el fuego de la nieve que ardia en sus castos copos bendecidos por el anciano invierno. Solo quedo el frio, ese asesino silencioso e implacable, el frio, su madre, su hermano y la bicicleta, la bicicleta sueca que le regalaron en las navidades de 1942. Hoy, hacia tres años justos que Leopold, el benjamin y mimado peluche de la casa, la vio bajo el arbol de luz e ilusion de la navidad. El dia que Leopold pudo sostenerse sin caer desde la bici, bajo la atenta mirada de Lily a mediados de Enero de 1943, llego la carta agradeciendo el sacrificio de “Hanke”, en Stalingrado. Dos meses antes llego el panegirico de los heroes por Zacharias, una piedra mas para el panteón de los muchachos convocados al Walhalla de los superhombres, con solo veinte años. En ese terrible invierno en el que los nazis robaron la mitad del verano que labro en el jardin de la vida Friedrich, el padre de Lily y Leopold, las unicas flores vivas y en pie de todas las que sembro, y que aun no se habian tumbado bajo la tormenta de Hitler. Seguia la carretera, la procesion de los que huian creyendo que burlarian a su funebre destino, un camino que no les guiaba a ninguna parte, si es que alguna parte era vida y esperanza. Seguia la carretera, seguia un camino sin retorno al hambre y la muerte como unica salida, seguia la bicicleta, seguían los hermanos, pero ya no pudo continuar Lysanne, la madre, la madre de los vivos y los muertos, la amante del ausente, la consorte del fantasma. El transito al obito, bosquejo su bienvenida a la eternidad en la luz de sus labios, en la paz y el descanso de su gesto, esa luz que la recibio en la perpetua compañía de sus hijos y esposo, en ese mitico y divino lugar, que sea como sea, siempre sera mejor que el infierno de los hombres en la tierra. Esa noche marcho, porque muerta ya estaba, solo atada a la vida por las almas que la seguían y veneraban, por su ternura, por los cuentos que les leia alumbrada por velas, por la vida misma que ella les regalo, y ahora padecian malditos sus hijos por la locura de los hombres, hombres ebrios de odio y envanecidos de raza que de tanto gritar al fuego pidiendo que les incendiara, ya no pudieron huir de sus llamas. Lily fue consciente de que todo se habia desvanecido, paso de la ensoñacion a la realidad, de la adolescencia a la senectud, anciana desbordada de dolor y duelo. De subito percibio como su vida se esfumo ante sus ojos, que se perdio como el agua se derrama entre los dedos sin ser posible asirla para beber de ella. Una a una, lentamente, ese manantial se perdia hasta la ultima gota, como lagrimas que abrasan las mejillas, antes de llegar a la catarata del menton, al abismo donde todo acaba para ellas. Deseo abandonarse en el, en ese abismo que la llamaba prometiendole el reposo y el silencio, dormirse alli, entre los brazos de su madre muerta, dormirse para siempre, mientras el carnaval de los expoliados huia de su muerte, para encontrar la suya propia mas adelante, en esa oscura carretera que no terminaba nunca. Podia morir, queria morir, deseaba morir y terminar, podia y queria morir, dejar de existir, esa era ya su unica eleccion posible y sensata, cuanto deseaba abandonarlo todo, cuando todo solo era ya para ella tormento y aflicción. Pero no debia, porque aun guardaba un deber para con los suyos, con el ultimo de todos, Leopold, su hermano, el niño, el inocente bendecido con la fortuna de no comprender que dantesco destino le aguardaba, en un mundo de sombras porque todas las luces se estaban apagando consumidas sin aliento ni alimento. Duane siguió deletreando en su interior las palabras que leia en los ojos de Lily, vio la bicicleta que ella asia con su mano derecha, la bicicleta sueca que regalaron a su hermano tres nochebuenas atrás, de la que no se desprendieron porque era el milagro, el reducto al que acudir como escondite de la pavorosa realidad, un libro que en sus letras preciosas custodiaba lo que fueron ellos un dia. Por esa bicicleta pelearon ante ladrones, porque sabian que el surco que dejaban sus ruedas, era el lugar donde debian de sembrar su futuro, partiendo precisamente del ultimo fragmento de su pasado. Por esa bicicleta se privaron de la comida por la que pudieron trocarla, custodiarla era la mision a la que se habian conjurado, su cruzada, su talismán. Pero para que su hermano la conservara, habrian de sobrevivir primero, y ella aprendio muy rapido a eso, a sobrevivir, aprendio que se pueden usar los labios para besar sin que se besen otros labios, besos obscenos, besos prohibidos y blasfemos cuando no son besos de amor, si no besos de carne. Besos sucios que pagaban los mendrugos de pan y las latas de sardinas, besos que se daban de rodillas, manchando las pantorrillas de fango y cieno, besos ciegos. Besos de escalofrio y lujuria para los que pagaban por ellos, envileciendo el alma de las desesperadas muchachas que los vendian a los soldados, pero Leopold comia, y podia seguir montando su bicicleta sueca. La carretera no terminaba, Rostock solo era un alto mas en el camino de una fuga sin fin, con mas soldados pagando por los besos que les daban muchachas de rodillas, millones de ellas que rehenes del hambre los vendian para pagar su breve rescate, millones de muchachas y niñas alemanas vendiendo sus besos a victoriosos soldados. Pero Lily ya no podia mas, estaba a punto de postrarse para no volver a levantarse nunca. Se movia ya solo por inercia, pues el impulso que la animaba ya se habia extinguido, y solo por Leopold no se habia dejado caer antes. Esa era su ultima estacion, la de Lily, alli cambiaria la bicicleta por un unico billete a Berlin, y algo de comida caliente para su hermano, se despediria de el, y rendiria cuentas con Dios, que eran muchas las que le debian en el cielo, ademas de las que le debian a ella tambien la vida y los hombres. Pero al mirar a los ojos de Duane para ofrecerle la bicicleta, la dichosa bicicleta sueca a la que su hermano se aferro tenaz hasta que razono lo que para el era irrenunciable, algo latente en ambos germino, el vio sus horrores, ella vio sus batallas, años en que los enloquecidos hombres mataron a hombres, enloquecidos hombres mataron a mujeres, enloquecidos hombres mataron a niños, los enloquecidos hombres matando sin descanso. El vio sus besos sucios, el hambre, la oscura carretera, a su familia desaparecida en las tinieblas, el horror, el horror de lo horrible grabado a fuego en el alma, solo quedaban ya la muerte y el dolor en los ojos de ambos. Pero compartian algo mas que haber sido testigos de actos horrendos, compartian el seguir vivos, la oportunidad de disfrutar de lo que a decenas de millones de personas le habia sido robado, de construir sobre las cenizas del viejo, un mundo nuevo y mejor. Se rindieron a una tregua, el armisticio en la batalla de los ascetas, de los que se aterraban pensando en entregarse a alguien que podria estar muerto mañana, solitarios que se protegían asi de una mayor soledad, la ausencia de los amados, la traicion de estos por dejar sus brazos y tomar los de la muerte como amante y compañera. El la miraba y veia su coraje, su valor, y como aun desnutrida y hambrienta luchaba por la vida de su hermano, en sus ojos, unos pozos verdes llenos de angustia y renuncia. Ella vio lo que el siempre quiso esconder, su vulnerabilidad, su bondad, que su corazon se encogia viendo a los niños famelicos comer cascaras de patatas en un continente devastado por la guerra y el odio, un uniforme ya sin coraza para ella, pues lo traspaso, lo cruzo, lo ocupo, claudicando Duane ante lo inevitable, ante la llamada animal o divina que nos obliga a amar. En breves segundos que se confundieron con un eterno instante, lo supieron, se buscaron, se encontraron, porque fue el destino burlon quien asi lo quiso, pero ellos no se negaron, se necesitaban, eran el uno para el otro, la simbiosis que redimiria a sus espiritus de la amargura y esas mismas tinieblas que se tragaron a tantos de los suyos. Serguei rompio el hechizo tras distanciarse de el, pues la energia que se desprendia de ambos era una especie de iman que atraia turbaciones en lugar de metales, magnetizandolos ante la vision de algo hermoso e imposible, algo que los perdidos y condenados llaman esperanza.



-Duane, tenemos que irnos, el tren esta a punto de marcharse, nos queda muy poco tiempo.



Le dijo en aleman al ingles, que se volvio hacia el con una serena calma que le asombro.



-Serguei, voy a hacerte un regalo, esta bicicleta, no me lo niegues.

-¿Qué dices, estas loco Duane?.

-No, no lo estoy, ademas, se vienen con nosotros a Berlin.

-No pueden Duane, es imposible, no tendran salvoconducto para llegar alli.



Hay miradas que asienten dociles, otras son las feroces que anuncian la hora de la espada, otras las que urgen a los amantes a entregarse, pero la de Duane era explicita en un punto, ahora no serviria una negativa, no habia lugar a discusión, y Serguei asintió.



-Yo los llevare a Berlin, y a ver como los pasas a tu sector, pero que conste, esa bicicleta me la llevo, ¿eh?, sera para mi hijo que me esta esperando, y para su hermano cuando crezca, ahora vamonos antes de que me arrepienta.

-Compremos bocadillos, el viaje es muy largo.



Duane se agacho a la altura de Leopold, y lo cogio en brazos, Lily lo observo con un delirio contenido, la vida les habia concedido una nueva oportunidad, una nochebuena les trajo una bicicleta, otra, años después, les habia traido un angel que los rescatara del infierno.

sábado, 28 de agosto de 2010

Ya volvi de Madrid, con una alegria sali, y con una pena me encontre, por ti Javier, a tu eternidad hermano.

Morire gritando tu nombre,
alla donde quiera que estes,
te siento tan cerca y te encuentras tan lejos,
que no puedo ni ver,
si el color de tus ojos es mas bello que tu piel,
si por siempre del odio viviera,
elegiria morir por tu amor,
un dia perdi la sonrisa,
mas tarde se helo mi corazon,
y tratando de encontrar lo que marcho,
llegue a un extraño lugar,
donde reinaba la tristeza,
donde moraba en soledad,
pero un dia todo cambio cuando escuche tu voz,
y asi fue como ocurrio,
desde que bebi de la fuente de tu amor,
nunca mas corrio el odio por mis venas,
hablo el silencio y se detuvo el tiempo,
mientras gritaste con tus ojos que con mi llave abriera,
las puertas del cielo para que jamas hubiera mas noches oscuras.

Para ti Javier, aunque lo escribi en 1991 para una sirena Danesa volviendo de Londres.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Mañana andare axfisiandome por los Madriles, asi que os dejo algo melancolico para que me echeis de menos, tb de los 90.

En el inmenso vacio de la tristeza y la soledad,
alli donde el tiempo no existe,
alli donde el sol nunca llega,
todos los allis donde tu no estes,
donde ni flote el perfume de tu pelo ni se perciba tu presencia,
donde la oscuridad me impida ver la sombra de tus labios,
y la distancia acariciar tu piel,
alli donde muero, las brasas del amor calcinan mi vida,
y tus ojos son truenos que atraviesan mi alma,
alli donde estoy solo,
alli, entre la esencia del infinito,
alli es donde se que la soledad,
es la compañia de los que no son como tu.

martes, 24 de agosto de 2010

Otro cuento mas de los 90.

Alicia tampoco esta aqui.

En la Gran Via hay de todo, de Madrid al cielo, pero se olvido mencionar aquel poeta indomito que en el numero 86, del ascensor al cuarto, mi oficina. A pesar de mi expulsion de la Policia a finales de los 70, era uno de los investigadores privados mas cotizados de Madrid, bucear durante tres o cuatro dias en los inconfesables secretos de mis victimas, presentar el informe, y como era habitual, asistir a a una separacion o a un despido, generalmente. Yo hubiera querido ser Bogart, pero mi destino parecia ser el de un chivato a sueldo.
En la Policia era mas sencillo, sobre todo despues de jubilar aquel siniestro uniforme gris, pero OCURRIO AQUELLO, y me expedientaron, el informe hablo de brutalidad policial, se refirio a un traumatismo craneoencefalico, pero no menciono que el sudodicho agredido vendia heroina en los Institutos.
Era mas sencillo que hacer Justicia, habia que lavar conciencias y yo fui el chivo expiatorio, era mas sencillo que encerrar a los que torturaron durante decadas a universitarios, a obreros, a sindicalistas. Era mas sencillo que encerrar a "Billy el niño", Jefe de la Policia Secreta y maestro del dolor en los calabozos, era mas sencillo que condenar al hombre que envio a mi padre al paredon, cuando desde el exilio lo enviaron adjunto a la Direccion del Partido en Madrid.
Aunque creo que lo mato una bala desde sus propias lineas, como a Durruti, tengo la sospecha de que al Señor Dupont, (Carrillo), nunca le gustaron los Comunistas.
Asi fue como llegue a España, mi madre empezo a morir el dia que se fue mi padre, ella no quiso hacerlo lejos de su marido, y yo no pude cumplir la promesa se enterrarla junto a el, pero cuando las tumbas son tantas que no dejan ver el cementerio, la tarea es imposible. Tal vez, solo tal vez, cuando la manden a la fosa, encuentre a mi padre junto a las demas victimas de la verguenza, tal vez, solo tal vez.
Del ya moribundo Auxilio Social pase a Bachiller, y de ahi junto a otros a la facultad de Derecho, alli me encontre con 18 años en el epicentro de la Revolucion Mundial, derribando a tiranos rojos y azules, casi lo conseguimos, casi, pero no fue asi, unos probaron la porra de "picha de toro", otros no tuvieron tanta suerte.
Harto de defender causas perdidas ingrese en la Academia, pense que tal vez alli ayudara a cambiar algo, una vez mas me equivoque. Me destinaron a la Direccion General de Seguridad, en la Puerta del Sol, desde el sotano se oian los lamentos de los condenados, un murmullo sordo y ahogado que brotaba del suelo, intentando atraparte con manos desesperadas e invisibles como en el infierno de Dante, noches en las que jamas podre olvidar la angustia de los que no traicionaron aquello en lo que creian, noches en las que yo fui complice de sus verdugos.
Como una penitencia, todos estos recuerdos me asaltan al alba, todas las mañanas de todos los dias de mi vida.
Vivo en la oficina, pues hace tiempo que deje el apartamento, vivir en Aluche te da la sensacion de ser un pajaro enjaulado, y  aqui no estoy tan mal, el sofa es confortable, la calefaccion funciona, y despues de la una, cuando los cines cierran, ya no hay ruido. Me suelo levantar a las 8 de la mañana, me ducho, me afeito, y adecento el local antes de que llegue Teresa, que me prepara el cafe, esa es su unica pasion, esa, leer a Neruda y a Brecht, y el trabajo, en dos años no ha faltado un solo dia a la oficina, otro rasgo, y es de los que mas que marcar hieren, es su enorme sonrisa.
Pasaba las vacaciones con su padre, en una base militar, parecia triste, muy triste y solitaria, a veces hubiera querido invitarla a cenar, o al cine, a veces ella hubiera querido que yo lo hiciera, dos seres minusculos, perdidos en la mediocridad, en la vulgaridad, ayudandose a mitigar el desamor, de nuevo, solo tal vez.
Llego puntual, como siempre, con unos ojos que desmentian su sonrisa, su libro de poesia y un clavel nuevo para la mesa, ese detalle le proporciono el trabajo, pero eso es ya otra historia que diria Kipling, y otra oportunidad habra de contarla.
Preparo el cafe y presento al primer cliente, Don Velasco de Garay, Industrial Vasco afincado en Madrid. Le hizo traspasar el umbral, era un hombre fuerte, alto, pero prematuramente envejecido, tomo asiento y la silla con tapizado de cuero crujio ante su talla.
La tibia luz que iluminaba mi modesto despacho-dormitorio, hacia visible un cabello encanecido por el sufrimiento, y unas profundas arrugas en su piel aradas por el dolor, tras los preambulos, expuso su caso.

-Señor Gomez, se trata de mi hija Alicia, marcho hace dos años a la Costa del Sol, a Torremolinos, tenia una crisis nerviosa y queria reponerse junto al mar, al principio todo marchaba bien, era de nuevo mi niñita, pero a los tres meses cambio su actitud, ya no llamaba, era diferente, la notaba inquieta, extraña, (hizo una pausa y aspiro profundamente). Hasta que a los seis meses dejo de dar señales de vida.

Tras secar sus labios con un pañuelo, la humedad inundo las oscuras cuencas que pintaban sus ojos de ausencia.

-La Policia indago, pero dejaron de buscar, pues decian que era mayor de edad, hace un año que no se nada de ella.
-¿Y su familia, amigos, parientes?.
-Su madre esta en la cama con una depresion, Iñaki y Josechu estan internados en un colegio, (rompio a llorar), no puedo mas, no se que hacer.

Mientras seguia sollozando recorde que no era la primera vez que veia esto, parejas heridas de muerte por la infidelidad, tragedias diversas de individuos diversos, a veces este trabajo es como el de un confesor, y recorde aquellas frases de mi padre, "A los curas el vino, a nosotros las ostias".

-Bajare a Torremolinos, una semana maximo, si no obtengo resultados dare el resultado por cerrado, mis  honorarios son de diez mil pesetas a tiempo completo mas los gastos.

Un pañuelo mojado y un apreton de manos sellaron el pacto.

Era un martes cualquiera de una madrugada cualquiera de Noviembre, acabo de pasar las Pedrizas, y ya estoy en Malaga Capital, el motor de mi Renault 12 se calienta, pero aguanta, en mi modesto equipaje mudas limpias, dos camisas, un jersey y mi 38 de dos pulgadas, con tres tambores completos. Solo tarde 20 minutos en llegar a Torremolinos, mi hotel era centrico y bastante apañado, tome algo en la recien abierta cafeteria y subi a mi habitacion, no hay nada mejor que un buen sueño antes de trabajar.
Mi unica pista es Alexa, la compañera de apartamento de Alicia, me sorprendi mucho al concertar  la cita con ella, mucho mas el que deberia de pagar 10000 pesetas, y el remate al ver su telefono en anuncios varios de la prensa local. Su apartamento estaba en  una centrica y bohemia Avenida del pueblo, me recordo a uno de esos boulevares del Barrio Rojo en Amsterdam, infestado de prostitutas y melancolia.
Llame a la puerta y me recibio una deidad rubia de corta melena y cortas vestiduras, una muy buena vision a las doce de la mañana, largas piernas, redondas nalgas en forma de corazon, y un pecho duro y firme, si no estuvieramos trabajando los dos, y cobrando por ello le haria una oferta de amor eterno que durarara una mañana cuando menos.
Me invito a pasar al salon a tomar una copa, se sento cruzando sensualmente las piernas, y yo timidamente le pregunte.

-Y Alicia............yo.............yo la queria.

Enmudecio, cuando reacciono me dijo que tenia que salir y que no habia fiesta, dejo de interpretar, asi que ahora llegaba mi turno, la empuje sobre el sofa, desenfunde, (el revolver), y se lo meti en la boca, no esperaba aquel tipo de armamento, y mucho menos de ese calibre. Asi que fue escueta y saque una buena informacion, Alicia ya no estaba en España, ahora deleitaba a los Jeques Arabes con los buenos haceres que aprendio en la tierra de los toros.
Tenia una serie de pistas y habia que seguirlas, un joven relaciones publicas, un maduro prestamista, y un podrido Comisario, aquello parecia una rancia macedonia de frutas como bienvenida a un grupo de turistas baratos.
Me decidi por el prestamista, regentaba una galeria de arte, era alto, gordo, feo y con ese aire pretencioso que muchos delincuentes utilizan para lavar su imagen, tras una breve, pero infructuosa entrevista, comenzaron a torcerse las cosas, no esperaba una cordialidad extrema, pero mucho menos aquel caluroso protocolo de despedida que me propinaron cuatro de sus matones en el callejon.
Aquello estaba sucio, muy sucio, y ya se habia convertido en una cuestion personal, tres eran tres los tristes tigres, y yo ya iba por el primero.
La cerradura de aquel muchacho dejaba mucho que desear, era todo un personaje, pequeño, pelo corto, un atusado bigotito que parecia una carrera de hormigas, un pendiente, y una peculiar manera de conducirse en sus movimientos, que segun los canones de la Brigada correspondiente, le hubiera clasificado de "asocial".
Apodado como el "Seductor de El Cairo", nuestro amigo el relaciones publicas conseguia llenar sus aposentos tanto de hombres como de mujeres, su especialidad eran las chicas jovenes, las mas vulnerables, las mas rentables a posteriori, a las que engatusaba con sus modales burgueses.
Mientras le esperaba comodamente en uno de los sofas tapizados de leopardo de su casa, fumaba, usando como cenicero un cartel que rezaba, "No fumar". Nunca olvidare la expresion de su rostro, con los ojos fuera de las orbitas, le sugeri que lavara los platos, la taza de mi cafe, y el improvisado cenicero, todo a punto de pistola claro, al sumergir las manos en la pila encontro un radiocasette. Tecnicamente se puede decir que la musica de Michael Jackson ademas de desatar pasiones incandescentes habia provocado su primera victima mortal.
El segundo hueso era mas duro de roer, pero con mil pesetas puedes comprar muchos mecheros, y son muchos mecheros los que caben en el tubo de escape de un Mercedes, el honrado galerista se despidio de la vida a lo grande, de forma generosa, regalando un castillo de fuegos artificiales a la localidad costasoleña.
Y por ultimo restaba el Comisario, el honrado Comisario cumplidor de la ley, habia que ingeniarselas para hacerle pagar a lo que tantas muchachas inocentes habia condenado, pero sin jugarme la vida o el "chabolo", en la carcel, la ventaja de que este pais sea un circo, es que un payaso mas o menos no importa.
Entre en una cloaca infecta, de la cual supongo el procedia, parti una rata por la mitad, y con una aguja punze su espina dorsal, me puse perdida la gabardina, pero eso solo se me ocurre a mi claro. Deje la aguja en la cerradura de la verja del chalet del Señor Comisario, y pague el hotel.
Tras dos dias de estancia en la costa volvi a Madrid, las noticias no fueron muy gratas para el Señor Velasco, cosa que sinceramente senti mucho.
Por cierto, el forense tendra serias dificultades para determinar la muerte por rabia del Señor Comisario de Torremolinos, Teresa se ha ido ya, he conectado la radio, y veo salpicar la lluvia sobre la ventana de mi oficina.
La densidad de la lluvia se mide en los ojos de aquel que llora asomado a una ventana cualquier tarde de otoño llorando su soledad, esta es la mas triste compañia, la del padre que vio morir a su hijo, o la del huerfano que inventa a su madre, ¿son los recuerdos pedazos del alma que el tiempo nos arrebata?.

No quisiera tener ojos, no quisiera tener manos, no quisiera tener corazon.
Para poder matar, para poder sentir, para poder llorar.


                                                       Nicolas Gomez

                                                       Caso cerrado.

lunes, 23 de agosto de 2010

Pensamientos varios.

"Cuando el fuego de la Revolucion se extingue, quedan imperecederas las cenizas de la Libertad".

"Encerrada en su belleza solo regalaba fealdad".

"Eligio la compañia de la soledad antes que la desolacion de una mala compañia".

"Cobarde solo es aquel que abusa de su poder".

"Ante el espejo de la verdad encontro a su verdadero ser, necio, cobarde y traidor, no dudo pues en recriminar al Dios maldito que le desvelo su verdadera imagen".

Un cuento escrito en 1993.

La esposa del Coronel Durham.

Navegamos entre las nubes con una total parsimonia, como si el tiempo ralentizado por algun sueño gozoso, estuviera a punto de detenerse. La ventanilla esta sembrada por finas gotas de lluvia, quizas las nubes esten empapadas de lagrimas al advertir desde su privilegiada altura, el horror que dejamos atras.
Colgados entre el cielo y la tierra, entre el cielo y el infierno, en el mas profundo silencio inusualmente roto por un ronquido lastimero, cruzamos el Atlantico de vuelta a casa, a la paz, al olvido.
Dejamos atras una negra nube envuelta en su particular batalla con Eolo, y luego, de nuevo el Sol, incluso en ocasiones algun claro nos permite ver el Oceano, un inmenso espacio azul siempre en tensa calma.
Hace ya cuatro largos años que no veo el dulce rostro de Emma, se que me estara esperando en la cama, entre calientes y humedas sabanas de algodon, le ha vuelto loca la idea de dejar Detroit, e instalarnos en alguna granja del Oeste donde crezcan nuestros hijos. Pero antes de nuestro encuentro desembarcare en Nueva Orleans a cumplir la promesa que hice al Coronel Durham.
Me es bastante dificil relatar esta historia, y aun mas hacer un balance real de lo sucedido, vuelvo a casa con varias medallas, los galones de Sargento que gane en Nuremberg en los juicios por crimenes contra la humanidad, las lagrimas que vi derramar al General Eisenhower ante las montañas de cadaveres de Bergen-Belsen, y sobre todo y ante todo, al Coronel Durham.
Desde que murio entre mis brazos en la batalla de Las Ardenas, he investigado mucho sobre el pasado del Coronel, que me fascino a medida que me sumergi en el, ademas de ser el mas joven Coronel del Ejercito, con veintisiete años, tenia el Corazon Purpura por haber sido herido en combate, mas treinta y ocho menciones al valor desde el desembarco de Normandia. Su valentia, casi suicida, llego a oidas incluso de Patton, que reparo en el, tenia una brillante carrera ante si, carrera que se vio truncada por su muerte, de la que fui testigo.
Lucho con un coraje y un arrojo casi inconcebible ante la Division SS Adolf Hitler, que extermino a todo su Regimiento cerca de Bastogne, incluyendo a los heridos. Reagrupo a poco mas de una seccion, que en manos de otro hombre hubiera huido presa del panico, pero que bajo sus ordenes contuvo a los Panzer durante dos dias, aun estando el Coronel ya herido de muerte.
Cuando llegamos a los supervivientes, que le rodeaban ya moribundo sobre la nieve, ordeno, con la autoridad moral que le daba su rango y su bravura, que atendieran primero a sus hombres, a lo que yo me negue. En ese  instante, una tenaza de hierro me asio el brazo, un intenso duelo de miradas me hizo sucumbir, no tenia un rostro agraciado, pero su fuerza y seduccion era tal que nadie nunca hubiera podido negarle nada.
Ya entre mis brazos, con todo su pecho izquierdo abierto, y respirando la sangre que burbujeaba entre las heridas de la metralla, me rogo que localizara a su mujer, una gran dama del sur llamada Madeleine, el amor de su vida, alcanzo a susurrar que estaba orgulloso de nuestro trabajo, y que todos juntos derrotariamos a la Bestia.
Lentamente fue invadido por un profundo sopor que le llevo a una muerte dulce, no sin antes asegurarse de que habian rechazado a los Nazis, llore desconsoladamente esa perdida, una imagen, como la de aquel bebe Judio en Dachau, esqueletico, succionando en el suelo el pezon de su madre muerta, como un animal, sin vestigios ya de dignidad humana, que permaneceran imborrables en mi memoria.
Carteandome desde Alemania con Madeleine Durham, supe que su marido habia sido un idealista toda su vida, que ese idealismo le llevo a España a luchar contra Franco, que su familia estuvo a punto de desheradarlo por su apoyo a los sindicatos negros del algodon, y se rumoreo incluso que era Comunista. A titulo postumo se le concedio el rango de General, y su cuerpo exhumado en Belgica, fue enterrado en Arlintong como heroe nacional.
Al desembarcar en Nueva Orleans me dirigi en taxi a Libertad, la mansion familiar del Coronel, en el centro de una gran plantacion, un lugar de una belleza indescriptible, donde los nenufares del estanque se asemejaban a Angeles del Paraiso. Un mayordomo de librea me hizo pasar a un inmenso salon, donde fui recibido por Madeleine Durham, que al verme grito, sin duda embargada por la emocion.

-¡Que hace aqui ese negro de mierda!

A bordo.

Abordar una empresa, enfrentar una senda, inciar un viaje, tantas formas de iniciar un cambio.........puede ser un barco de vapor en el Congo, mientras el horror te llama invisible a sus tinieblas, o cruzando el Mar Negro junto a Dracula en el Demeter, o junto a un incomodo y nuevo pasajero surcando las estrellas en el Nostromo con un octavo e indeseable invitado. ¿Pueden ser tantas cosas?, cierto, infinitas, como la fantasia que nos libera con su esperanza, o las fabulas que exorcizan a los demonios, pero la necedad o el conformismo nos atan con insoportables cadenas de derrota, un ancla poderosa forjada con el miedo y la ignorancia de los que creen mentiras, por ser mas seguras estas que vagar y errar libres de grilletes. Los amos y Generales dicen que pasaras a la inmortalidad si mueres bajo palio de una ramera llamada patria, patria concubina de estos y meretriz de la justicia y la ley, en una eterna orgia donde los siervos cargan con la cuenta de la Saturnal de los Patricios en los campos de Marte. Antes que Roma fue Grecia, y antes que consumir devorando nuestra propia alma como Zeus a su hijo, fuimos una vez Filosofos y Guerreros, otra vez seremos Alejandro cortando el nudo con la espada.

domingo, 22 de agosto de 2010

Bitacora en tormenta.

Cuando mas oscura es la noche, mas profundos los truenos y brillantes los rayos, queda la esperanza para aguardar llegar a buen puerto, ¿esperanza?. Si, una palabra tan hermosa como vana, una idea que se encerro junto a los Demonios en una caja llamada Pandora, si quieres luces bañadas con esa palabra habras de enfrentarte a demonios, y ellos estan bien donde estan, sin duda alguna. No obviar que estos demonios una vez fueron brillantes angeles tambien, ante esto que decir, mejor guardarse de toda creaccion divina, sea espiritual o de carne, o de la misma divinidad aunque esta sea Venus.